Cada vez es más frecuente observar columnas de reanimación en los supermercados, aeropuertos o estaciones de metro y de tren. Esas columnas albergan en su interior un desfibrilador externo automático (o DEA, por sus siglas), es decir, un dispositivo médico con capacidad para detectar una arritmia letal y aplicar una descarga eléctrico cuando es colocado sobre una persona que súbitamente ha perdido la consciencia y no respira (es decir, que está en parada cardiaca).

Además, cada vez más comunidades autónomas de España han redirigido sus legislaciones para favorecer su uso en caso de necesidades mediante la autorización a cualquier ciudadano/a para poder operar con un DEA en situación de emergencia cuando no existe personal expresamente formado disponible.

Estas medidas forman parte de unas estrategias dirigidas a reducir la altísima mortalidad de las paradas cardiacas extrahospitalarias que ocurren en nuestro entorno, un proceso patológico potencialmente reversible mediante la aplicación inmediata de medidas de reanimación cardiopulmonar pero que cada año es responsable de más de 8000 muertes en España. Sin embargo, la supervivencia de quienes sufren una parada cardiaca en la vía pública no viene dada, en sí misma, por el hecho de aumentar el número de DEA en las calles, sino por la capacidad de los/as testigos circunstanciales de un suceso súbito para detectarlo a tiempo, alertar a los servicios de emergencia e iniciar con prontitud una reanimación cardiopulmonar (RCP) de calidad. En una RCP, las compresiones torácicas son de alta calidad cuando son aplicadas en el centro del pecho a un ritmo comprendido entre 100 y 120 por minuto con mínimas interrupciones y que logran hundir el tórax entre 5 y 6 cms, permitiendo la reexpansión completa del mismo después de cada compresión.

Por eso, en aras de concienciara la población en la necesidad de adquirir conocimientos en materia de RCP básica, cada 16 de octubre se celebra el DÍA MUNDIAL DE SENSIBILIZACIÓN DE LA PARADA CARDIACA o RESTART A HEART DAY.

Con el objetivo de facilitar la ejecución de la técnica de resucitación por parte de ciudadanos no entrenados en primeros auxilios, los DEA emiten instrucciones sonoras y visuales y los operadores del centro de emergencias del 1-1-2 pueden guiar al reanimador durante todo el proceso hasta la llegada del recurso sanitario. Pero… ¿son efectivas estas instrucciones para que los/as testigos no sanitarios puedan iniciar una reanimación cardiopulmonar?

Esta pregunta ha sido el objetivo de una investigación basada en espacios de simulación clínica que hemos desarrollado el equipo de investigación de ENFERMERÍA CLÍNICA Y SALUD COMUNITARIA, en colaboración la Organización Sanitaria Integrada de Bilbao-Basurto, la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y el Centro Coordinador de Emergentziak-Osakidetza. A este experimento se invitó a participar a un total 42 voluntarios/as sin conocimientos de primeros auxilios. De forma individual y durante un tiempo total de 9 minutos (como aproximación a la media de tiempo que tarda una ambulancia en llegar a su destino desde que se solicita), cada participante asumió un rol dentro de uno de los dos laboratorios donde se simuló una situación de parada cardiaca de una persona adulta. En el primer espacio el participante contaba únicamente con el apoyo de un DEA y en el segundo, además, con las instrucciones telefónicas del Centro de Coordinación de Emergencias 1-1-2. Las reanimaciones se practicaron sobre un maniquí sensorizado de alto realismo conectado a una computadora que registraba todos los parámetros de calidad de la técnica practicada.

Los resultados de este estudio, publicados recientemente en la European Journal of Emergency Medicine [1], sostienen que las instrucciones emitidas por los DEA o por el Centro de Coordinación a través del teléfono permiten a personas sin entrenamiento previo iniciar y practicar una reanimación cardiopulmonar, aunque la calidad de la misma no es la deseable para maximizar las opciones de recuperación en ninguno de los dos supuestos.

A partir de esta conclusión, los autores del estudio hemos emitido algunas recomendaciones que debieran ser consideradas por las autoridades sanitarias en aras de aumentar la supervivencia de las personas que sufren una parada cardiaca:

 

  • En primer lugar, debe incidirse en la necesidad de creación de estrategias de formación y sensibilización de la población en general en materia de RCP: el conocimiento de la técnica de RCP debe ser extendido a toda la población. Actualmente, apenas el 20% de la población se siente capacitada para iniciar una RCP [2].

 

  • En segundo lugar, deberían reorientarse las regulaciones autonómicas de autorización para el uso de DEA por personal no sanitario hacia modelos menos restrictivos: cualquier persona ante una situación de emergencia debe contar con el amparo legal necesario para poder hacer uso de un DEA. Por desgracia, actualmente, en muchas comunidades autónomas de España es necesaria una acreditación previa para poder utilizar estos aparatos [3] (hablaremos de ello próximamente).

 

  • Y, por último, debe hacerse especial énfasis en desarrollar habilidades en los operadores telefónicos de los Centros de Coordinación de Emergencias 1-1-2 para que sean capaces de guiar a un alertante para que sea capaz de aplicar una RCP de calidad hasta la llegada de la ambulancia (algo de la que ya hablábamos en una entrada anterior).

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Ballesteros-Peña S, Fernández-Aedo I, Vallejo de la Hoz G, Etayo Sancho A; Alonso Pinillos A. Quality of dispatcher-assisted vs automated external defibrillator-guided cardiopulmonary resuscitation: a randomised simulation trial. Eur J Emerg Med. 2020 [ONLINE AHEAD OF PRINT] DOI: 10.1097/MEJ.0000000000000715
  2. Ballesteros-Peña S, Fernandez-Aedo I, Perez-Urdiales I, García-Azpiazu Z, Unanue-Arza S.  Knowledge and attitudes of citizens in the Basque Country (Spain) towards cardiopulmonary resuscitation and automatic external defibrillators. Med Intensiva. 2016;40(2):75-83.
  3. Ballesteros-Peña S, Fernández-Aedo I, De la Fuente-Sancho I.  Regulations for using semiautomatic external defibrillators outside health care settings in Spain: a review and comparison of the current situation across autonomous communities. Emergencias 2019;31(6):429-34.

 


Autoría: Sendoa Ballesteros y Gorka Vallejo.

Artículo con revisión editorial. No existen conflictos de interés en relación al presente artículo. Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los/las autores/as y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de los/las editores/as. Artículo bajo licencia de Creative Commons: Reconocimiento 4.0 Internacional.

Este documento debe citarse como: “Ballesteros S; Vallejo G ¿Son los ciudadanos sin formación en primeros auxilios capaces de iniciar una reanimación cardiopulmonar? [Internet]. Enfermería Activa del Siglo XXI: blog abierto; 16 de octubre de 2020. Disponible en: www.enfermeriaactiva.com”

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