La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública de mayor relevancia del Siglo XXI. Es mundial y afecta, progresivamente, a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano, aunque su prevalencia cada vez es mayor en más regiones, independientemente de sus rentas. Ocurre cuando la ingesta de energía es superior a la necesaria para cubrir la actividad diaria, acumulándose en forma de grasa. En los niños, es posible definirlo como un peso superior al Percentil 97 o dos desviaciones estándar respecto a la media, en comparación con la talla. Los niños obesos y con sobrepeso, en muchos casos, tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer, a edades más tempranas, enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades relacionadas son en gran medida prevenibles. Por tanto, hay que dar prioridad a su prevención (1).

Desde la consulta de pediatría de Atención Primaria, tanto médica como de enfermería, la obesidad y sobrepeso infantiles son retos que debemos afrontar, prácticamente, a diario. Aunque, en nuestro caso, el término más adecuado para describir su abordaje, es promoción de la salud, cuyo objetivo es educar en salud a las personas centrándonos en fomentar hábitos saludables desde edades tempranas. Debe destacarse que en la Comunidad Autónoma del País Vasco se han realizado (y se están realizando) diferentes proyectos relacionados con la prevención de la obesidad infantil, desde distintos ámbitos (escolar, sanitario, social…) y dirigidos a toda la población (2).

La mayor parte de las familias conocen la teoría relacionada con hábitos saludables, tanto sobre alimentación como ejercicio. Ponerlo en práctica, no siempre resulta sencillo, ya que, en muchos casos, existen factores determinantes que no están directamente bajo el control de las personas (3). Observamos que, en ocasiones, no es tan importante la dieta como tal, sino el aumento del consumo extra de snacks y el sedentarismo. La alimentación en la familia no ha cambiado a lo largo de los años de forma generalizada, aunque sí ha aumentado el consumo de chuches y ha disminuido la actividad física que realizan.

En la consulta, son importantes los mensajes y su forma de transmitirlos. Debemos enfocarlos a la persona a la que van dirigidos. En el caso de niños/as menores de 6 o 7 años, nuestra interacción será casi en exclusiva con los progenitores, mientras que, si es mayor, podremos dirigirnos directamente a él. El pilar fundamental de nuestro abordaje, debe ser hacer sentir protagonista al niño o niña, tanto en la recepción de información como en la resolución del problema (4). Dirigiremos nuestra atención hacia las bases de la educación para la salud en materia de obesidad y sobrepeso infantiles: COMIDA, CHUCHES y MOVIMIENTO.

 

EN EL ABORDAJE DE NUESTROS PACIENTES DEBEMOS REFLEXIONAR SOBRE DIFERENTES ASPECTOS

  1. El primero, y el más importante, radica en la percepción familiar y del propio niño. Ésta es la primera pregunta. ¿Cree la familia y el niño/a que tiene obesidad o sobrepeso? ¿Creen que es un problema? Nuestra labor como proveedores principales del consejo sanitario debe ir orientada a prestar nuestros cuidados a estas personas, siempre y cuando ellos sepan y acepten que tienen un problema y, éste es real. Es preciso resaltar que a los niños y niñas, lo que realmente les preocupa en relación al sobrepeso y obesidad es, según la edad que abordemos, lo que derive de su relación con sus amigos/as y compañeros/as (imagen, insultos, jugar…).
  2. En segundo lugar, la disposición. ¿Puede la familia abordar el problema? ¿Puede el niño tomar decisiones al respecto y responsabilizarse? ¿Están dispuestos a trabajar para conseguir solucionarlo? Es importante aprender a mirar más allá de las paredes que nos rodean y reflexionar sobre la situación del niño en su día a día. Conocer la estructura familiar, la educación, los hábitos de los que partimos… para así, poder ofrecer nuestra ayuda. Los progenitores se convierten en modelos a seguir para sus hijos/as, enseñando desde pequeños hábitos tanto de alimentación como de ejercicio, entre otros. Es por ello por lo que nuestra intervención deberá orientarse hacia el conjunto de la familia.
  3. Y, por último, la búsqueda de la solución. En muchos casos, los/as profesionales sanitarios y las familias creemos que la solución al problema reside en nuestras consultas y en nuestras actuaciones como sanadores. Nada más lejos de la realidad: la solución está en las manos del propio niño (y de su familia). Resulta imprescindible hacérselo saber. Para ello, coge un rotulador, abre la palma de su mano y escribe la palabra mágica: SOLUCIÓN, dándole así la oportunidad y responsabilidad de tomar las riendas en la búsqueda del remedio a la obesidad y/o sobrepeso. Este será el inicio del abordaje que podemos hacer desde nuestras consultas, a partir del que comenzaremos a programar controles de peso y de hábitos saludables periódicos, valiéndonos de herramientas al alcance de todos, tales como una báscula y una libreta para tomar nota de los progresos y/o retrocesos alcanzados, además de los objetivos propuestos.

 

Cabe mencionar la importancia de saber medir nuestros mensajes y acciones, además de mantener un control holístico exhaustivo, ya que en algunos casos, quizás, este problema de obesidad y/o sobrepeso puede convertirse en un arma de doble filo, convirtiendo a estos niños y niñas en adolescentes o adultos con trastornos de conducta alimentaria, tales como anorexia, bulimia o vigorexia, entre otros.

Por último y a modo de reflexión, resulta imprescindible no caer en desánimo si no se consiguen los objetivos propuestos. Puede deberse a múltiples factores, no siempre bajo nuestro control o el de las propias familias. En muchos casos, debemos pensar que, quizás, si estos niños y niñas no hubieran acudido a nuestras consultas, la ganancia de peso podría haber sido mayor, además de no reforzar hábitos saludables.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Organización Mundial de la Salud. Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud. Sobrepeso y obesidad infantiles. [Internet]. Citado el 23/10/2020. Disponible en: https://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood/es/
  2. Departamento de Salud del Gobierno Vasco. Estrategia de prevención de la obesidad infantil en Euskadi. Dirección de Salud Pública y Adicciones. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco 2019. Disponible en: https://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/estrategia_obesidad_infantil/es_def/adjuntos/Estrategia-Prevencion-Obesidad-Infantil-Euskadi.pdf
  3. Determinantes de la salud. [Internet]. Citado el 23/10/2020. Disponible en: https://www.who.int/social_determinants/es/
  4. Núñez F. Obesidad infantil: un enfoque distinto para una intervención distinta.  Biba 2016;6.

 

 


Autoría: Mª José Fernández. Editor responsable: Sendoa Ballesteros.

Artículo con revisión editorial. No existen conflictos de interés en relación al presente artículo. Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los/las autores/as y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de los/las editores/as. Artículo bajo licencia de Creative Commons: Reconocimiento 4.0 Internacional.

Este documento debe citarse como: “Fernández MJ. Abordaje de la obesidad infantil desde Atención Primaria [Internet]. Enfermería Activa del Siglo XXI: blog abierto; 12 de abril de 2021. Disponible en: www.enfermeriaactiva.com”

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