El diagnóstico de un trastorno neurológico repercute significativamente en la calidad de vida y expectativas de la persona que lo sufre y su familia y por ello, requiere una atención integral teniendo en cuenta la enfermedad y la experiencia de la misma.

Como profesional autónoma, la enfermera tiene ante sí, no solo el compromiso, sino además el reto que supone generar los conocimientos necesarios para establecer protocolos de actuación que coadyuven al perfeccionamiento de su acción cuidadora, aumentando así la calidad de la atención sanitaria, al ofrecer pautas que la orienten, faciliten la adopción de ideas y estandaricen los cuidados específicos de las personas atendidas.

Los sistemas sanitarios de todo el mundo están buscando estrategias, estructuras y formas de trabajar de manera más costo-efectiva para proporcionar los mejores cuidados enfermeros al paciente y su familia basados en la evidencia científica actual. El proceso enfermero nos permite valorar la situación y necesidades, gestionar recursos y/o activar servicios para garantizar la continuidad de cuidados en los diferentes niveles asistenciales.

Los cambios observados en el ámbito del cuidado de la salud están determinando un mayor protagonismo a los profesionales enfermeros, así como el desarrollo de nuevos modelos de gestión de los recursos humanos de la salud, la aparición de nuevos perfiles de enfermeras, como las enfermeras de práctica avanzada, y la necesidad de aumentar el nivel de formación y educación de los profesionales. Las actuales líneas estratégicas de Osakidetza son claro ejemplo de esta atención, al estar enfocadas al cuidado centrado en la persona y en el avance indiscutible del papel y protagonismo de la enfermera en dicho cuidado.

En el ámbito de la atención al paciente neurológico existen estudios que apoyan la efectividad de la atención enfermera en pacientes con epilepsia [1], esclerosis múltipl2 [2], demencia [3], Parkinson [4] y enfermedad vascular cerebral (o ictus) [5]. Existen cuidados de enfermería que son comunes en muchas de las patologías neurológicas y que todos los pacientes deben recibir por medio de la relación enfermera-paciente-familia, como son la promoción de la salud, prevención de nuevas crisis, nuevos eventos o complicaciones del proceso, una educación sanitaria que favorezca la adherencia terapéutica como la mejora de los estilos de vida y la identificación de signos y síntomas de alarma de acuerdo a la enfermedad y una rehabilitación física oportuna que tenga como objetivo la independencia parcial o total para las actividades de la vida diaria [6].

La atención de enfermería en las personas con afección neurológica implica una escucha atenta y genuina, que permite al paciente y a su familia expresar sus dudas, en un ambiente cálido y profesional, para apoyar en su proceso de enfermedad y potenciar áreas de oportunidad, lo que conlleva identificar a través de respuestas humanas signos y síntomas de alarma, adherencia farmacológica o no farmacológica, rehabilitación física oportuna y como un logro especial la independencia parcial o total de acuerdo al estado de salud de los pacientes6.

Dentro de la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Donostialdea se promueve desde hace tiempo el hecho de que las enfermeras que trabajan en las consultas de atención especializada extrahospitalaria lo hagan a su máximo nivel y desarrollen su trabajo de una forma autónoma en el marco de sus competencias. Ellas así, asumen el trabajo que como tal les corresponde en beneficio de los pacientes y de la propia institución.

El cambio organizacional de la atención sanitaria dentro de las consultas externas, no es solo una necesidad, sino una realidad que se impone en nuestras sociedades dinámicas y en constante transformación.  En el año 2018 el Hospital Universitario Donostia empezó a trabajar las guías de buenas prácticas (GBP) de la Registered Nurses’ Association of Ontario (RNAO) y las consultas externas de Neurología fueron designadas para implantar la Guía de Buenas Prácticas “Cuidados centrados en la persona y la familia” [7] para poder avanzar en todo este cambio y fundamentarlo en una práctica clínica basada en la evidencia.

Las GBP son un conjunto de recomendaciones desarrolladas de manera sistemática para ayudar a profesionales y usuarios en la toma de decisiones relacionadas con la salud. Su implantación es una estrategia reconocida para mejorar la calidad de la atención sanitaria, su efectividad y su eficiencia, y disminuir la variabilidad en la prestación de cuidados8-9. La aplicación de las recomendaciones de estas GBP debe ser evaluada mediante instrumentos que permitan conocer su efectividad tanto para la adecuación de los procesos asistenciales como sobre los resultados en los pacientes [8].

En este contexto, la RNAO inició en 1999 el Proyecto Best Practice Spotlight Organization (BPSO®) para desarrollar, difundir, implantar y evaluar GBP. El Centro español para los cuidados de salud basados en la evidencia —un Centro de Excelencia del Instituto Joanna Briggs—, en colaboración con la Unidad de Investigación en Cuidados de Salud (Investén-isciii) y RNAO, comenzaron en el 2011 el Programa de implantación de GBP en España. Surgió así la iniciativa de Centros Comprometidos con la Excelencia en Cuidados (CCEC®): instituciones que se comprometen a implantar, evaluar y mantener GBP para mejorar los cuidados [9]. La implantación de estas guías pretende ser una medida que facilite la transferencia del conocimiento a la práctica clínica diaria en el ámbito de los cuidados de enfermería.

La puesta en marcha de la nueva organización del servicio permite realizar un proceso enfermero que ayude a detectar necesidades, gestionando recursos y/o activando servicios para garantizar la continuidad de cuidados en los diferentes niveles asistenciales [10]. Además, toca seguir avanzando en una atención sanitaria centrada en el paciente y su familia, siendo el cuidado de enfermería y la formación en autocuidados esenciales en este sentido.

Los nuevos tiempos traen consigo retos todavía más difíciles, ya que, tras lo peor de la pandemia por el SARS-CoV-2, toca retomar rutinas que antes eran adecuadas y avanzar en todos los procesos mejorables. Es hora de seguir evolucionando hacia la especialización de la enfermera, puesto que ello conllevará un futuro con una atención sanitaria interdisciplinar que se centre en una visión mucho más holística e integral del paciente de la que actualmente existe.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Aliasgharpour M, Nayeri ND, Yadegary MA, Haghani H. Effects of an educational program on self-management in patients with epilepsy. Seizure – European Journal of Epilepsy. 1 de enero de 2013;22(1):48-52.
  2. Robles-Sánchez M.A., Merchán-Ruiz M., Guerrero-Clemente J., Cruz-Díaz V., Juvinyà-Canal D., Bertran-Noguer C., Buxó-Pujolràs M., Ramió-Torrentà L. El rol de enfermería en la mejora de la calidad de vida del paciente con esclerosis múltiple. Revista científica de la sociedad Española de Enfermería Neurológica. Julio – diciembre 2015: 42 (1)
  3. González V, Jordán V, Lozano T, Alavedra E, Lameiro A. Satisfacción de los asistentes después de recibir educación sanitaria enfermera en demencia degenerativa. Rev Cient Soc Esp Enferm Neurol. 1 de julio de 2016; 44: 16-24.
  4. De Deus Fonticoba T, Santos García D. Papel del personal de enfermería especializado en el proceso de evaluación no motora dentro de la atención global de los pacientes con enfermedad de Parkinson. Rev Cient Soc Esp Enferm Neurol. 1 de julio de 2019; 50: 2-11.
  5. Sanjuan E, Pancorbo O, Santana K, Miñarro O, Sala V, Muchada M, et al. Manejo del ictus agudo. Tratamientos y cuidados específicos de enfermería en la Unidad de Ictus. Neurologia. 2020 [Internet]. [citado 15 de marzo de 2022]; Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-neurologia-295-avance-resumen-manejo-del-ictus-agudo-tratamientos-S0213485320302917
  6. Molina AB. Nivel de satisfacción de los usuarios de la consultoría de enfermería neurológica con base en la teoría del autocuidado. Revista de Enfermería Neurológica. 2018;17(3):3-9.
  7. Asociación profesional de enfermeras de Ontario. Guía de buenas Prácticas clínicas. Cuidados centrados en las personas y familia. RNAO. (Traducido por Investén.isciii.) Mayo 2015. http://www.evidenciaencuidados.es/es/attachments/article/46/D0003_BPG_Person-and_Family-Centred_Care_2015.pdf
  8. Institute of Medicine (US) Committee on Clinical Practice Guidelines. Guidelines for Clinical Practice: From Development to Use. Field MJ, Lohr KN, editors. Washington (DC): National Academies Press (US); 1992.
  9. Ruzafa Martínez, E. González María, M. Moreno Casbas, C. del Río Faes, L. Albornos Muñoz, C. Escandell García. Proyecto de implantación de Guías de Buenas Prácticas en España 2011-2016. Enferm Clin. 2011; 21:275-283
  10. Goicochea Briceño, H., Propuesta de una consulta de enfermería de práctica avanzada (EPA) en esclerosis múltiple. Conocimiento Enfermero. 2021:12; 60-69.

 

 


Autoría: Tania Herrera Barcia. Editora responsable: Arantxa Picón.

Artículo con revisión editorial. No existen conflictos de interés con relación al presente artículo. Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los/las autores/as y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de los/las editores/as. Artículo bajo licencia de Creative Commons: Reconocimiento 4.0 Internacional.

Este documento debe citarse como: “Herrera T. Promoviendo el cambio en la atención al paciente neurológico desde el liderazgo en la gestión en cuidados. [Internet]. Enfermería Activa del Siglo XXI: blog abierto; 13 de junio de 2022. Disponible en: www.enfermeriaactiva.com”

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