Hace ya unos cuantos años, siendo un joven adjunto de psiquiatría en la Organización Sanitaria Integrada de Araba (Osakidetza) y habiendo defendido en los meses previos el trabajo de Tesis Doctoral en la UPV/EHU, se me acercó un residente con una cuestión que me llevó a plantearme una serie de aspectos que espero ser capaz de compartir ahora.

Aquel residente, con toda la naturalidad del mundo, viéndome radiante de felicidad y de orgullo por la defensa de un trabajo en el que había dejado años de entrega con más de un sacrificio, me planteó: ¿para qué escribir una tesis hoy en día?.

En primer lugar, quiero recordar que escribir una tesis no es un mero trámite administrativo ni tan siquiera un mero evento científico. Desde mi forma de entenderlo, la finalidad de la tesis es iniciar un proceso de crecimiento personal, un camino de aprendizaje en el que finalmente, el doctorando va a ser capaz de acreditar su capacidad investigadora y de comunicación.

¿Qué es para mí lo realmente decisivo en este proceso? Desde luego, tener una buena pregunta desde la que poder partir y a raíz de ahí, demostrar “oficio y método”.

A la hora de elegir el tema de nuestro trabajo, creo que es importante intentar que sea lo más limitado posible, es decir, intentar restringir el campo de nuestra pregunta. Y como siempre, en la vida hay que ser conscientes de nuestras posibilidades de tal manera que el tema de investigación sea acorde a nuestra preparación.

Una vez tenido esto en cuenta, hay que buscar el equilibrio con otro principio fundamental: a la hora de hacer la elección de nuestro tema tenemos la obligación moral de aportar novedades sobre el objeto de investigación.

Permitidme que cite en este momento a Umberto Eco. “Uno ha de estar orgulloso de ser la persona que más sabe en toda la historia de la humanidad hasta el momento sobre ese asunto bien concreto que a uno le ocupa”. Un estudiante de doctorado ha de estar entusiasmado y orgulloso de su proyecto de investigación doctoral. Si en algún caso no fuera así es preciso trabajar el proyecto mucho más a fondo hasta que el investigador se persuada de su decisiva importancia para la historia de la humanidad. Si no lo consigue, es mejor cambiar de tema.

Otro punto fundamental de este proceso es elegir al director de tesis. En mi opinión, hay tres claves que tienen que estar presentes. En primer lugar, debe existir un criterio de calidad en la relación, dándose una relación afectiva y efectiva y estableciéndose en las sucesivas y periódicas entrevistas un modelo socrático de diálogo y de intercambio. El segundo criterio debe ser el criterio de libertad ya que ambas partes deben participar de forma voluntaria en este viaje. Y, por último, un tercer elemento debe ser el de verdad y transparencia. Creo que, con estos tres puntos, debemos lograr crear un ambiente en el que la persona pueda avanzar en obtener una visión más clara del objeto de estudio y de si mismo.

Conforme se avanza en la comprensión de un problema y de su complejidad se descubre con claridad que algunas secciones de la tesis que inicialmente parecían necesarias, resultan ahora claramente superfluas. No hay que tener reparo en eliminarlas, aunque hayamos invertido muchas horas en ellas, servirán más adelante para artículos especializados o para otros trabajos.

Para concluir esta breve reflexión voy a compartir con vosotros otra cita de Umberto Eco. “Quisiera concluir con dos observaciones: hacer una tesis significa divertirse … Podrá suceder que volváis a vuestra tesis incluso decenas de años más tarde, pues habrá sido como vuestro primer amor y os resultará difícil olvidarla”

Espero sinceramente haber arrojado un poco de luz al compartir estas experiencias y haber animado a que algún indeciso tome valientemente la decisión de iniciar un camino en el que, tal vez, el hallazgo más importante sea el descubrimiento de uno mismo.

 


Autoría: Zorrilla I. Editora responsable: Verónica Tíscar.

Artículo con revisión editorial. No existen conflictos de interés en relación al presente artículo. Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los/las autores/as y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de los/las editores/as. Artículo bajo licencia de Creative Commons: Reconocimiento 4.0 Internacional.

Este documento debe citarse como: “Zorrilla I. Cómo escribir una tesis y no morir en el intento [Internet]. Enfermería Activa del Siglo XXI: blog abierto; 4 de octubre de 2021. Disponible en: www.enfermeriaactiva.com”

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