Estas palabras van dedicadas a todas y cada una de las personas que trabajáis en la UCI del Hospital Galdakao-Usansolo (Bizkaia). Quiero aprovechar estas líneas para agradeceros y reconoceros el trabajo incansable que estáis desempeñando.

En la primera ola de esta pandemia, hicisteis frente a una situación llena de incertidumbres, miedo a lo desconocido y a un virus que ha cambiado nuestra forma de vivir, trabajar y relacionarnos. Habéis temido por vuestra salud y, sobre todo, habéis tenido miedo de contagiar a vuestros seres queridos. Habéis llorado debajo del EPI, pero siempre habéis mostrado una profesionalidad intachable. Tenéis una sensibilidad especial e incluso, en los peores momentos, habéis sido capaces de humanizar los cuidados de los pacientes ingresados.

Os habéis adaptado, reinventado y coordinado como nunca y habéis puesto en valor la importancia de la comunicación y de trabajar en equipo. Habéis acogido a compañeras de otras unidades, las habéis integrado en el servicio y habéis desarrollado una labor impagable. Os jugáis el tipo cada día, con una vocación, responsabilidad e implicación inigualable. Estáis cansadas física y mentalmente; pero quiero mostraros mi apoyo incondicional porque sois infatigables e imbatibles.

Lleváis meses en primera línea viendo como el virus avanza, como parte de la población sigue sin entender ni aprender nada y, además, dependéis de decisiones políticas y judiciales. Mientras tanto, os enfundáis el EPI en cada turno para hacer frente al virus. Lleváis muchos meses trabajando sin descanso e incluso cuando la situación epidemiológica mejora después de cada ola y los ingresos de hospitalización disminuyen, seguís soportando una presión asistencial muy elevada. La mejoría en la UCI va con retardo respecto a la población debido a la complejidad, exigencia y estancia de los pacientes críticos aquejados por el Sars-CoV-2.

Sois la última esperanza que tienen los pacientes para aferrarse a la vida, ya que pacientes y familias confían su recuperación en vuestros conocimientos y cuidados. Sois el eslabón que separa la vida de la muerte. A pesar de que en la mayoría de las ocasiones salís victoriosas, no siempre se consigue la recuperación; ya que la respuesta de cada paciente al virus es impredecible. Sin embargo, las familias deben saber que los pacientes están siempre acompañados hasta el final.

La pandemia pasará, pero os escribo para recordaros que no olvidaremos el trabajo que estáis haciendo. La población ha adquirido con vosotras una deuda para siempre, aunque ni tan siquiera lo saben. Podéis levantar la cabeza bien alta, miraros a los ojos y sentiros orgullosas de vosotras mismas. Muchísimo ánimo y debéis saber que contáis con el respeto y la admiración de todos. No decaigáis, porque, aunque ahora llueve mucho, pronto saldrá el sol.

Eskerrik asko bihotzez.

 

 


Autoría: Gorka Vallejo.

Artículo con revisión editorial. No existen conflictos de interés en relación al presente artículo. Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los/las autores/as y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de los/las editores/as. Artículo bajo licencia de Creative Commons: Reconocimiento 4.0 Internacional.

Este documento debe citarse como: “Vallejo G. Carta abierta al personal de la UCI del hospital de Galdakao-Usánsolo [Internet]. Enfermería Activa del Siglo XXI: blog abierto; 23 de febrero de 2021. Disponible en: www.enfermeriaactiva.com

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